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Entre la nostalgia y la sorpresa por PuebloChico: el antes y el después del que fue uno los sitios más visitados de Tenerife

"Qué pena que lo dejaran morir", "en lo que se ha convertido", lamentan los tinerfeños
Entre la nostalgia y la sorpresa por PuebloChico: el antes y el después del que fue uno los sitios más visitados de Tenerife
Entre la nostalgia y la sorpresa por PuebloChico: el antes y el después del que fue uno los sitios más visitados de Tenerife

Un vídeo difundido en redes sociales ha vuelto a poner en el centro de la conversación a PuebloChico, el histórico parque en miniatura ubicado en La Orotava, actualmente cerrado y en evidente estado de abandono.

En las imágenes se observa el recinto cubierto de hierbas y pinocha, con maquetas deterioradas y algunos restos de basura, lo que ha generado numerosos comentarios de sorpresa y tristeza entre los usuarios.

Destacan mensajes como: “Qué pena, lo que era antes y en lo que se ha convertido”, “Yo me casé ahí hace 10 años, fue la última boda que se celebró allí”, “Muy bonito, qué pena que lo dejaran morir, hay que luchar por revivirlo”. Otros usuarios han recordado el trabajo que supuso construir las maquetas y han expresado su deseo de que el espacio vuelva a abrirse.

Así era PuebloChico

PuebloChico fue inaugurado el 11 de julio de 2002 tras cuatro años de construcción. Inspirado en el parque Madurodam, en los Países Bajos, se diseñó como un espacio dedicado a recrear a escala 1:25 los lugares más emblemáticos de Canarias.

Contaba con 60 maquetas que representaban edificios, monumentos y paisajes del Archipiélago, como la catedral de La Laguna, el Auditorio de Tenerife o el castillo de Arrecife.

El parque ocupaba una superficie de 20.000 metros cuadrados junto al camino de la Cruz de Los Martillos, frente a la ermita de San Nicolás, y supuso una inversión de seis millones de euros.

Su recorrido incluía ocho áreas temáticas y reproducía desde una cueva volcánica guanche hasta un paisaje lunar de Vilaflor, con zonas dedicadas a la arquitectura rural, los edificios modernos y los jardines endémicos canarios.

Durante sus primeros años, PuebloChico recibió a colegios, asociaciones y turistas, alcanzando cierta popularidad. Sin embargo, la afluencia de visitantes fue insuficiente para mantener su viabilidad económica. En 2015, tras 13 años de actividad, cerró sus puertas definitivamente.

El proyecto, que generó alrededor de 30 empleos directos e indirectos, se adelantó a su tiempo. Nació con la idea de diversificar la oferta turística de Tenerife, pero la competencia con otros espacios del sur de la Isla y el alto coste de mantenimiento impidieron su continuidad.

El vídeo reciente ha reavivado el interés por este recinto, que muchos tinerfeños recuerdan como uno de los proyectos turísticos más singulares de las últimas décadas.

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