icod de los vinos

José Osmundo: “Me arrastro en tabla desde que estaba en el vientre de mi madre”

A sus 77 años José Osmundo Delgado, conocido por los vecinos como 'Capijo', se lanza en San Andrés por la calle San Antonio
Capijo demuestra una vitalidad envidiable a la hora de arrastrar su tabla. Sergio Méndez

José Osmundo Delgado Martín nació en el número 29 de la calle San Antonio donde según las investigaciones, se inició la tradición de las tablas la víspera de San Andrés, una festividad que coincide con la apertura de las bodegas y que culminó ayer con la Gran Fiesta de los Vinos de Tenerife. Nunca se quiso ir de allí y por eso vive a pocos metros, en el número 7.

‘Capijo’ como lo conocen los vecinos, no recuerda exactamente cuándo se lanzó solo por primera vez, pero calcula que con dos o tres años, como el resto de los niños, “que ya con esa edad ya no quieren ir en brazos de sus padres sino demostrar que son capaces de pilotar su propia tabla y llegar adonde ellos quieren”, apunta.

“De lo que sí estoy seguro y puedo afirmar porque me lo contaron, aunque muchos digan que soy un presumido, es que me arrastré estando en el vientre de mi madre, que se tiró cuando embarazada”, sostiene.

Y lo que también es cierto, es que él nunca dejó de cumplir un 29 de noviembre. Aun hoy con sus 77 años demuestra un dominio envidiable de su tabla de tea, “una madera que no se muere nunca”, que construyó en 1967, y que conserva en buenas condiciones. Antes de ésta tuvo otras, pero décadas atrás el pavimento era empedrado y se rompían con más facilidad.

Cuando le preguntan por qué todavía se aventura a tirarse no tiene una respuesta concreta. “Es un impulso. Siendo de Icod se lleva en la sangre, nadie sabe por qué pero es así”, dice. Pese a la edad, “hay algo que queda ahí, que es como que te obliga a arrastrarte, sobre todo cuando ves a los demás hacerlo y no puedes soportarlo”, añade. A ello se suma que siempre hay alguien que desafía, aunque con él no se atreven “porque saben que soy el mejor”, bromea.

Sin embargo, no se atreve en cualquier calle, tiene que ser una que se conozca, caso contrario, “te la pegas”, recalca.

Al grito de ‘Voy, voy, voy’ y un silbido, Capijo anuncia que se va a tirar. Como se hacía antes, ya que en la actualidad esta práctica se sustituye por un silbato.

Osmundo presume de una tradición y una fiesta que para él “es única en el mundo”. Eso lo llevó a invitar en 2015 a Icod de los Vinos al aventurero y mediático Jesús Calleja para que conociera las tablas aunque no pudo convencerlo de montarse en una.

El miércoles, día principal de la celebración, se arrastró un par de veces pero ayer solo participó como espectador. Montarse y tirarse no es complicado. A su edad lo difícil es llegar a la cuesta. “Cuando eres joven no te enteras, pero cuando eres mayor….La tabla pesa y subir y bajar a cada momento se siente”, explica. Además, tiene que tener cuidado porque toca la guitarra “y se le estropea un dedo se le arruina la fiesta”, agrega.

El físico es importante

La edad no es lo que más importa, depende más el físico. Si una persona se puede agachar y levantarse tras golpear con la pila de neumáticos, no hay problema. “A algunos los tienen que ayudar a hacerlo, pero yo todavía puedo solo”, declara satisfecho.

No obstante, su esposa no acude a verlo porque se pone nerviosa y dice que “si se la pega lo tiene que atender”.

Lo importante es que se trata de una fiesta con varios siglos de historia, que conserva su pura esencia, y en la que “nadie se ha matado. Siempre hay heridos leves, personas con un brazo o una pierna rota, pero nada más”, aclara. Por eso anima a vecinos y visitantes, a participar y conocer una de las tradiciones más bonitas de Icod y de las que se siente tremendamente orgulloso.

Participación

Alrededor de 10.000 personas, entre residentes y foráneos, se congregaron el miércoles en Icod desde primera hora de la mañana para disfrutar del arrastre de las tablas, el estreno de los vinos nuevos y los actos programados para estos días grandes. Un éxito de participación que registró un sensible crecimiento respecto a años anteriores, aun teniendo en cuenta que se trataba de un día laborable. En total, se registraron 5 traslados al hospital y 21 personas fueron atendidas en el hospital de campaña por contusiones leves, en la mayoría de los casos n

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