Arona se convirtió ayer, por sexto año consecutivo, en una buena muestra de que la diferencia y la diversidad son valores compatibles con una convivencia en paz. Personas pertenecientes a más de una decena de comunidades religiosas, e incluso colectivos seculares y sin adscripción concreta a ninguna creencia organizada, se dieron cita en El Fraile para celebrar una nueva edición del
Rezo Interreligioso por la Paz, el Respeto y la Convivencia
Con personas de más de 130 nacionalidades, Arona se ha convertido en el municipio más adecuado para esta celebración iniciada en 2013 y que está organizada por el Grupo de Diálogo Interreligioso e impulsada por las áreas de Participación Ciudadana y de Cultura del Ayuntamiento, el Cabildo, la iniciativa Juntos en la Misma Dirección y el Observatorio de la Inmigración de Tenerife (Obiten).
Por este motivo, la plaza Santa Isabel de Portugal se convirtió a partir de las diez de la mañana en el escenario en el que participaron las comunidades católica, musulmana, budista, budista-tibetana, hindú, ortodoxa, fe baha’i, hare krishna o espiritualidad secular, entre otras, con el objetivo de leer un manifiesto conjunto y diferentes textos religiosos, y rezar para pedir por la paz, el respeto y la convivencia. Las diferentes comunidades realizaron, además, diversas manifestaciones artísticas y religiosas, como danzas y representaciones de carácter diverso. Tras el acto, tuvo lugar una comida intercultural y comunitaria con las aportaciones de las personas presentes. El alcalde de Arona, José Julián Mena, dijo durante su intervención que “mucha gente se preguntará cómo lo hace una Arona tan diversa para convivir en paz. La respuesta -agregó- no es sencilla, pero tiene que ver con el ejemplo diario de cada una de las comunidades y personas aquí presentes”, explicó.
Mena aseguró que “Arona está haciendo hoy algo grande. Frente a quienes creen que la diversidad empobrece, que la convivencia se basa en la uniformidad, estamos demostrando que la diferencia nos hace más fuertes y que la convivencia de 130 nacionalidades distintas y de personas de diferentes orígenes, culturas y religiones nos hace avanzar con más fuerza”.
Por su parte, el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, puso en valor la celebración de este rezo interreligioso y aseguró que se ha convertido en un referente, incluso, fuera de la Isla, donde ha generado interés hasta en el Consejo de Europa, que lo ha tomado como ejemplo de convivencia.
Para el consejero insular Efraín Medina, estas iniciativas “proyectan una imagen positiva de Tenerife fuera de nuestras fronteras, basada en el pilar de la convivencia”.
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