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Broche de oro a la cultura

Tras casi dos años de reforma, el auditorio municipal vuelve a abrir sus puertas con un nuevo diseño que permite adaptar su tamaño acorde al tipo de espectáculo que se ofrezca
El Sauzal lleva 31 años apostando por la cultura y ahora ha puesto su broche de oro con el nuevo auditorio municipal. / Sergio Méndez
El Sauzal lleva 31 años apostando por la cultura y ahora ha puesto su broche de oro con el nuevo auditorio municipal. / Sergio Méndez

El Sauzal lleva 31 años apostando por la cultura y ahora ha puesto su broche de oro con el nuevo auditorio municipal que se inaugura mañana. Corría el año 1978 cuando al llegar la democracia a España, Paulino Rivero transformó un parque infantil en auditorio, asesorado por el prestigioso director de La Zarzuela José Tamayo.

Fue de las primeras acciones del entonces alcalde nacionalista y marcó un antes y un después para un municipio que apenas tenía 6.000 habitantes.
Desde el teatro negro de Praga, pasando por el ballet de Moscú o La muerte de un viajante, el auditorio municipal acogió durante todo este tiempo espectáculos destacados.

Pero el espacio quedó insuficiente para la amplia y variada programación cultural que tiene El Sauzal y en 2016 fue necesario someterlo a una ampliación y una reforma que han permitido, además, adaptarlo a la normativa vigente y a las necesidades escénicas que requieren muchos espectáculos.

Es esta última característica la que lo convierte en pionero y en un referente en Canarias, ya que el recinto puede variar su tamaño dependiendo del tipo de representación que se ofrezca. Lo mismo sucede con la grada, compuesta por 400 butacas que se recogen o cierran con el espaldar abatido en apenas tres minutos, consiguiendo un aforo de mil personas en el caso de los conciertos de rock, explica el alcalde, Mariano Pérez.

Del mismo modo, se puede crear un espacio más pequeño en el centro de la sala, de apenas cien personas, bajar la pantalla de cine para disfrutar de una película, transformarse en una pasarela, o montar un cuadrilátero para deportes de contacto como el kick boxing.

Es una caja escénica negra, “cuya parte graciosa”, según palabras del propio arquitecto, Urbano Yanes, repetidas por el alcalde, es la parte de fuera. Son cuatro pequeños escalones que simulan un pequeño anfiteatro que mira “hacia dentro” a través del cristal exterior destinado a espectáculos al aire libre, más enfocados al público infantil. En un principio las butacas iban a ser de colores, muy similar al centro de congresos de Edimburgo, pero los grupos de teatro han sugerido que fueran negras.

El nuevo auditorio cuenta con una red de pantallas ubicadas en distintos puntos del recinto, tanto dentro como fuera, camerinos con duchas, salas para cambiar a los bebés, un potente equipo de audio con una frecuencia para las personas con problemas de audición, y taquilla, con lo cual las entradas se podrán comprar en el lugar.

Otra de sus peculiaridades reside en el techo, donde se han colocado los focos por encima para que se puedan mover acorde al formato de cada espectáculo. Para conseguirlo, se ha incrementado su altura, que ha pasado de cuatro a seis metros.

La obra duró 22 meses y conllevó un presupuesto de 2,6 millones de euros, pero la espera ha valido la pena, confiesa Pérez. Y lo más importante: que es “made in El Sauzal”, bromea, al referirse a todo el equipo de ingenieros, técnicos y arquitectos municipales. “Eso es importante porque además se han tenido que adaptar a un espacio ya existente y para eso hay que ser artista”, sostiene el mandatario.

El mentor del proyecto ha sido el arquitecto Urbano Yanes, el mismo que diseñó el edificio de Servicios Generales de Apoyo a la Investigación (Segai), de la Universidad de La Laguna (ULL) junto a Juan Antonio González Pérez y Constanze Sixt, que ha obtenido un premio internacional. Lo único que se ha contratado de forma externa es una parte de la ingeniería que no pudo ser asumido por el Ayuntamiento, apunta Pérez.

Pero lo que el alcalde norteño insiste en destacar es la parte educativa que tiene el auditorio, ya que existe una “sinergia” entre los cuatro colegios, los institutos, y el Ayuntamiento para organizar en horas lectivas actividades culturales en el lugar “al menos, una vez al mes”, apunta.

La comunidad educativa estaba reclamando esta infraestructura, no solo porque allí también se celebran las orlas de fin de curso sino porque es “la semilla” que atrae a los más pequeños a la cultura. Allí también tienen cabida las escuelas municipales de teatro, música y folclore.

Un día muy esperado

Después de casi dos años, mañana llegará el día tan esperado. Para la inauguración, el grupo de gobierno también ha apostado por dos grupos canarios, Ángaro, que deleitará al público con un espectáculo de percusión y Ni un pelo de Tonto, que pondrá el broche final. Previamente, a las 18.00 horas, habrá una función en el exterior destinada a los más pequeños.

Ayer, el alcalde y la concejal de Cultura y Educación, María del Carmen Pérez, supervisaban las últimas pruebas técnicas que se realizaban en el lugar que pondrá el broche de oro a la bandera de la cultura que desde hace 40 años enarbola el Ayuntamiento de El Sauzal.

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