granadilla de abona

Un inglés mata a puñaladas a su padre en Los Abrigos

Paul, de 36 años, le asestó una treintena de cuchilladas sobre las seis de la mañana y poco después fue detenido en casa de la novia de su progenitor donde fue a tomar café
Paul fue detenido en la casa de la novia de su padre, a 30 metros de donde ocurrieron los hechos / DA

Casi las seis de la mañana en la calle La Sirena, en Los Abrigos, municipio de Granadilla de Abona. Los ladridos del perro despiertan a un vecino del portal A del edificio Las Olas . Se asoma a la ventana que da a un patio de luces para saber de donde vienen los ruidos. Es justamente en encima de su vivienda, pero no cae que Paul (hijo) está matando a Paul (padre), piensa que se ha caído algo o que han llegado ebrios a su domicilio.

Dos horas después, Paul, un británico de 36 años, poco conocido y casi nada habitual en Los Abrigos, a tenor de lo que dice el vecindario, se presenta en el número 37 de la calle Agua Dulce, transversal, apenas a 30 metros de donde presuntamente había acabado con la vida de su padre, y le pide un café a la novia de su progenitor, también de nacionalidad británica. El presunto parricida ya se había cambiado de ropa y solo le delató unas manchas de sangre en las uñas y una pequeña herida en la mano. Alertado por algunos vecinos, la Policía Local y la Guardia Civil se presentaron sobre las nueve de la mañana en la vivienda de la súbdita británica, que estaba acompañada por otras cuatro compatriotas, y arrestaron a Paul C.S., a quien esposaron mientras se le caía el pantalón camino de la calle La Sirena, donde yacía el cuerpo de su padre en un charco de sangre, tras recibir una treintena de puñaladas.

Una hora después, el presunto asesino era trasladado a los calabozos de la Policía Judicial de la Guardia Civil del Sur de Tenerife, en Playa de Las Américas, mientras el teniente de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial se hacía cargo del mando de la investigación, que prosiguió con la llegada de la Policía Científica, el forense y posteriormente, ya sobre la una de la tarde, de la jueza de guardia del Juzgado de Granadilla de Abona, quien llegó junto a jóvenes becarias.

A las dos de la tarde, un furgón de Servisa se llevaba el cadáver al Instituto Anatómico Forense, mientras en la calle La Sirena los vecinos, expectantes, seguían todo el revuelo en torno al edificio Las Olas desde sus balcones, mientras querían dejar claro, ante los periodistas, que no conocían a los británicos, si bien alguno indicó que la víctima solía residir temporadas en Los Abrigos, donde ha crecido la colonia de ingleses, alemanes y holandeses. La novia de la víctima, afectada y nerviosa, junto a sus amigas, no solo declinaron hacer declaraciones, sino que respondieron con insultos.

Paul C.S. pasará a disposición judicial el mañana en el Juzgado Número 2 de Granadilla de Abona, según informó el TSJC.

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