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Fin a una festividad sin actos ni peregrinos

La solemne misa oficiada por el Obispo de la Diócesis Nivariense, única función presencial en homenaje a la Virgen de Candelaria, clausura una celebración inédita por la pandemia
Fin a una festividad sin actos ni peregrinos TONY CUADRADO
Fin a una festividad sin actos ni peregrinos TONY CUADRADO
Fin a una festividad sin actos ni peregrinos TONY CUADRADO

Una basílica con limitación de aforo, donde únicamente se permitían tres personas por banco y una menor representación de autoridades que en años anteriores, fue el marco, ayer, del único acto de celebración con motivo de la festividad de la Virgen de Candelaria.
Las restricciones por la pandemia de coronavirus depararon una imagen insólita dentro del templo, con representantes del clero, feligreses y autoridades civiles y militares protegidos con mascarillas, pero también fuera, donde apenas se congregaba un puñado de vecinos, que esta vez se quedó sin la procesión posterior a la misa.
El día grande de las fiestas en la Villa Mariana transcurrió por los mismos parámetros de la jornada anterior, marcada por la ausencia, prácticamente, de peregrinos ante el riesgo de aglomeraciones que propagaran el virus, tal como había pedido la alcaldesa de Candelaria, María Concepción Brito. Desde el Ayuntamiento se había previsto un plan de contingencia, con controles de acceso al templo, un hospital de campaña y un puesto sanitario, que incluso contemplaba la posibilidad de desalojar aquellos espacios al aire libre que superaran el aforo permitido, circunstancia que finalmente no se produjo.
La Plaza de la Fuente de los Peregrinos acogió la llegada del representante del rey, el teniente general Jefe del Mando de Canarias, Carlos Palacios Zaforteza, que recibió el bastón de mando de manos de la alcaldesa, justo antes de que sonara el himno nacional y dirigirse a la puerta principal de la basílica, donde le esperaba el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez.
A la misa asistieron el presidente del Parlamento, Gustavo Matos; el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres; el delegado del Gobierno en las Islas, Anselmo Pestana, y el presidente del Cabildo, Pedro Martín, y el vicepresidente Enrique Arriaga, entre otros cargos públicos. La representación de alcaldes se redujo a la presencia del regidor de Teror, villa mariana hermanada con Candelaria y a la alcaldesa anfitriona.

Más de 20 millones de contagiados

En la misa, que contó con la participación de la Coral Villa de Candelaria y la Orquesta de Cámara Las Candelas, el obispo se refirió a los efectos de la Covid-19. “El ser humano se empeña en la plenitud y ya ven lo que nos está pasando con un bichito que ni se ve y que lo paraliza todo, con más de 20 millones de contagiados y más de 700.000 muertos”, afirmó. Posteriormente, leyó una oración del papa Francisco y concluyó indicando que “somos una familia interdependiente, como estamos viendo estos días; con la ayuda y protección de María, pedimos que el Señor nos libre lo antes posible de esta situación”.
Un viva a la virgen y el aplauso posterior de los asistentes cuando empezaban a sonar los acordes del himno a la Virgen de Candelaria, ayer con manto naranja y dorado, puso fin a una ceremonia singular, inédita y ojalá que única.
La jornada se completó con la emisión grabada en la Televisión Canaria de la Ofrenda a la Patrona de Canarias a cargo de Los Sabandeños, que contó con la participación de Los Campesinos de Lanzarote, Víctor Batista, Angélica Pérez, Arón Morales, Chago Melián, Pescadores de Candelaria, Danza Venerada Santísima Trinidad de Igueste y Guanches de Candelaria.

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