borrasca 'filomena'

Tenerife, tierra de contrastes: playa y nieve

Muchas familias hallaron la forma de fotografiarse con el Padre Teide, que se dejó ver cubierto por un manto blanco. En el Puerto de la Cruz y Los Cristianos se respiraba, a ratos, un aire veraniego
El pico del Teide fotografiado desde Icod de los Vinos | SERGIO MÉNDEZ
El pico del Teide fotografiado desde Icod de los Vinos | SERGIO MÉNDEZ

Tras el temporal, la calma… y las fotos. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ya había desactivado ayer todos los avisos en Canarias por mal tiempo, una vez que la borrasca Filomena, que ha dejado impactantes instantáneas en todo el país, con una nevada histórica en la capital española y el cierre durante el fin de semana del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid-Barajas, abandonó el Archipiélago, no sin antes hacerse notar con copiosas lluvias, frío y cubriendo con un denso manto blanco las zonas de cumbre. Por eso los tinerfeños, aparte de encender la calefacción y proveerse del suficiente número mantas para combatir las bajas temperaturas, aguardaban con ilusión que el Padre Teide les permitiera inmortalizarlo de cerca, si bien desde algunos municipios se veía a cachos. Y este domingo sí que se apreció enteramente su esplendor, aunque los accesos al Parque continuaron cerrados.

Los desprendimientos y las placas de hielo eran un riesgo para los conductores. De ahí que los operarios del área de Carreteras del Cabildo trabajaran intensamente para habilitar de nuevo las vías en las que estaba interrumpido el tráfico: el cruce de la TF-21 con la TF-38, de Boca Tauce, en el Sur; la TF-21 de La Caldera, en La Orotava, y la TF-24, en el cruce de Los Loros de la intersección de las subidas de La Esperanza y Guímar. Pero siempre los hay que no hacen caso a aquello de la curiosidad mató al gato, y hubo quienes hallaron la forma de aproximarse a la nieve, tomarle fotos e incluso hacer un simpático muñeco, provisto de su particular nariz hecha de piedras, sombrero y bufanda para el fresquito. De esas visitas a lo más alto -o casi- de Tenerife, se extrajeron, eso sí, imágenes que bien podrían servir de postales para comercializar cuando se reanude la actividad turística.

Aunque Canarias es una tierra de contrastes, y prueba de ello es que en localidades como el Puerto de la Cruz, en el Norte, o en Arona, en el Sur, el clima dominical fue, a ratos, completamente opuesto al del resto del territorio insular. Como en pleno mes de agosto, un nutrido grupo de personas se dio un chapuzón en la playa de Los Cristianos, y se dieron también los que pasearon sin camiseta por el frente marítimo portuense. Unas escenas que en la zona metropolitana eran impensables, visto que todavía persistía algún chubasco y el frío que cala en los huesos fue una constante, por lo que más de uno desempolvó el abrigo de invierno, si no lo había hecho ya.

Y, de este modo, como decían los efectivos de la agrupación de Protección Civil de La Gomera el sábado a través de su cuenta de Twitter, después de unas jornadas de fuerte viento y generosas precipitaciones, se otorgó paso a la “cara amable” de Filomena, sin incidentes de gravedad ni percances registrados por el servicio de emergencias 1-1-2 Canarias: solo arcoíris, nieve y embalses llenos. No obstante, en las cumbres de La Palma los quitanieves del Cabildo se emplearon a fondo el fin de semana, con el objetivo de despejar de obstáculos la carretera del Roque de los Muchachos -cuyos accesos todavía siguen cerrados-, efectuando labores de limpieza, además, en el entorno del observatorio astrofísico, en el que están emplazados instrumentos como el Gran Telescopio de Canarias. Y lo cierto es que muchos fueron los palmeros que se desplazaron a caminos cercanos al Roque buscando disfrutar de la primera nevada de 2021, que llevó los termómetros a temperaturas bajo cero en el enclave científico.

En Gran Canaria también cesó la borrasca y sus efectos, posibilitando la reapertura de varias de las carreteras que habían sido damnificadas por desprendimientos de rocas o la nevadas, como la G-233 de acceso a Barranco Hondo y Juncalillo, en Gáldar. Nada que ver, igualmente, los percances de los que se tuvo constancia en la isla vecina con lo que se está viviendo estos días en la Península, donde ha intervenido la Unidad Militar de Emergencias (UME) para restablecer la circulación de coches en algunas de las principales arterias viales de la Comunidad de Madrid o habilitar pistas del aeropuerto de Barajas, que se prevé que progresivamente vaya recuperando su actividad normal entre hoy y mañana, según anunció el ministro de Transportes, José Luis Ábalos. Aun así, la ola de frío, que durará hasta el jueves, condicionará que pueda o no operar como de costumbre.

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