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Días claves para evitar el cierre de Tenerife en Semana Santa

La Isla se juega, junto al resto de Canarias, subir este jueves a la fase 3 de alerta, que endurecería las restricciones para la hostelería y la movilidad en el Archipiélago, si no mejoran los datos de contagios. Sanidad suspende 15 días la vacuna de AstraZeneca por “prudencia”
El nivel 3 implicaría, entre otras restricciones, el cierre del interior de los bares. SERGIO MÉNDEZ
El nivel 3 implicaría, entre otras restricciones, el cierre del interior de los bares. SERGIO MÉNDEZ

Reservar un hotel, ir a la montaña, alquilar una casa rural o viajar entre Islas son algunas de las opciones que los canarios tantean para descansar en Semana Santa. Pero estando en pandemia, cualquier plan se hace en medio de una gran incertidumbre.

¿Cuántas personas podrán tomarse juntas ese descanso?, ¿se podrá volar entre Islas?, ¿y hacer senderos con no convivientes? Todo esto podría pasar a limitarse en unos días, como ya ocurrió el pasado diciembre, con Tenerife en el nivel 3 de alarma durante la Navidad.

Y es que estos días son clave para conocer la evolución del virus y decidir si se deben tomar medidas más restrictivas de cara a la Semana Santa. Según dijo ayer el presidente canario, Ángel Víctor Torres, en la Cadena Ser, no es deseable aplicar nuevas limitaciones, pero tampoco se pueden descartar. Y será pasado mañana, jueves, cuando saldremos de dudas.

Ante esta situación, ciudadanos como Cristóbal, aseguran que aceptarían la aplicación del nivel 3 de alerta pero que sería “duro” que ocurriera en Semana Santa, “porque después de un año queremos descansar un poco de todo”.

Este joven, que tiene sus clases en la universidad por las tardes, ya se ve afectado por el adelanto del toque de queda a las 22:00 horas que entró en vigor ayer, junto a las restricciones a la hostelería, en un nuevo nivel de alerta 2 “reforzado”: “La poca vida social que tenía, que me duraba una horita, ya no existe, porque tengo que volver directo a casa”, comentaba ayer mientras paseaba por la calle El Castillo.

En cuanto al aumento de contagios que se ha producido en la Isla desde el pasado febrero, Cristóbal lo achaca a un “relajamiento” al ver que la evolución de la pandemia en la Isla “iba a mejor”.

En esa misma línea opina Yassira, que añade que el último mes “hubo más encuentros”, sobre todo durante la semana de Carnaval, cuando algunos “quisieron celebrarlo pese a estar prohibido y se les fue de las manos con las fiestas ilegales”.

También Felipe y Ainara opinan que hay una “falta de cabeza” y “un descontrol total”, un hecho que ejemplifican con las múltiples veces que la policía ha tenido que actuar ante botellones multitudinarios.

Tras un año de pandemia, la sensación generalizada es de hartazgo. Así, Alejandro, que acaba de llegar tras un tiempo de tranquilidad en El Hierro, apunta a quienes sufren de ese cansancio que con el virus controlado se vive mejor y anima a  “aguantar” unos meses para así ganarle realmente la batalla.

Marina, por su parte, se muestra empática con la juventud. Ella entiende que los jóvenes estén “cansados” y “hartos” de la poca vida social que hay, pero les recuerda que por encima de todo está la salud y les pide resistir con optimismo: “El objetivo tiene que ser acabar con los contagios para volver a la normalidad y así viajar o moverse como antes”.

Y, por último, María Jesús pide “no rendirse” ahora que ha llegado la vacuna: “Solo será efectiva si cumplimos con las normas”.

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