La concejala de Educación de Granadilla de Abona, Yanira González, se reunirá la próxima semana, previsiblemente el jueves, con la directora del colegio Montaña Pelada y los representantes de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos y del Consejo Escolar para analizar las deficiencias que afectan a este centro de El Médano, que ha llevado a los padres a enviar a sus hijos con cascos de bicicleta y patines desde el miércoles ante el riesgo de desprendimientos de la fachada.
Lidia García, representante del Consejo Escolar, denunció ayer en este periódico que los menores acuden con protección al colegio ante el riesgo de caída de losetas de las piedras que revisten la fachada por la que acceden cada día 77 alumnos, 32 profesores, seis estudiantes del aula enclave y personal del comedor, monitoras de acogida temprana y el conserje.
Fuentes municipales confirmaron la reunión de la próxima semana y señalaron que que los técnicos están revisando desde hace días la fachada. Además, aseguraron que recientemente no se ha caído ninguna placa de la pared e indicaron que desde marzo se realizan trabajos en el interior del centro, sobre todo a raíz de las filtraciones de lluvia en diciembre y enero. Respecto a reformas mayores, recordaron que las obras tienen que sacarse a licitación y se deberán ejecutar sin alumnos en el centro.
refuerzos en losetas
Lidia García, que llevó su queja al Pleno municipal del jueves pasado, donde no salió adelante la propuesta del PSOE de actuar con carácter de “emergencia” en el colegio, confirmó que los técnicos revisaron las losetas y procedieron a atornillar mediante taladro las aparentemente más sueltas, aunque a padres y madres de alumnos no les convence este método, ya que sostienen que “se pueden partir los trozos de piedra”. Tal es así que la dirección del centro no retirará las vallas ni las cintas que ha colocado para evitar que los alumnos caminen por debajo de la pared “hasta que nos den por escrito que ellos se responsabilizan de lo que pueda pasar”.
Además del deterioro de la fachada, el AMPA denuncia otras deficiencias que afectan al colegio, construido en 2010 y en el que estudian 372 alumnos. Entre ellas, las filtraciones de agua cada vez que llueve -“el agua llega a bajar por la luz del techo”, asegura- humedades, vallas dañadas del parque infantil y persianas y puertas rotas después de los últimos robos. Ahora reclaman el arreglo, “de una vez”, de todos los desperfectos.