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EE.UU. estudia una ‘última bala’ para que el TMT no se instale en La Palma

El Gobierno federal plantea reubicar el telescopio dentro del monte de Mauna Kea para facilitar las negociaciones con los nativos
TMT
Observatorio Astrofísico de Mauna Kea, en Hawái, donde se prevé instalar el Telescopio de Treinta Metros | LEIJURV

La Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos quiere realizar un último intento para que el Telescopio de Treinta Metros (TMT, por sus siglas en inglés) se instale en el monte de Mauna Kea, en Hawái; lugar que los miembros de la comunidad nativa consideran “sagrado”, por lo que, hasta la fecha, se han opuesto al instrumento de observación, circunstancia que beneficia a La Palma, plan B del grupo promotor.

Dicho organismo ha instado a la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) del país a replantear el proyecto en alguna de las parcelas que actualmente albergan aparatos en lo alto de la montaña hawaiana. Y es que en los próximos años se prevé el desmantelamiento de ciertos telescopios por vencer su periodo útil, lo que, según medios norteamericanos, facilitaría las negociaciones con la población local, dado que no se ocuparía nuevo terreno, sino el mismo que, en los años 50 del siglo pasado, se acordó destinar para el observatorio astrofísico.

Esta comunicación coincide en el tiempo con el fallo judicial que avala la cesión de monte público al TMT en Canarias, toda vez que el Tribunal Superior de Justicia dio la razón la semana pasada a las autoridades palmeras frente al colectivo ecologista que ponía pegas al gigante de la astronomía, Ben Magec. Una sentencia que ha dado alas al sueño de La Palma de acoger, ya no solo la que constituiría la mayor inversión en materia científica de la historia de España (de alrededor de 2.600 millones de dólares), sino el que aspira a ser el telescopio más potente y avanzado jamás construido en el mundo.

Cabe recordar que el papel de Washington resulta clave para la continuidad del proyecto, en la medida en que estudia la posibilidad de inyectar 800 millones de dólares en el aparato, cantidad que sufragaría los sobrecostes derivados de las protestas locales, sumadas a la pandemia de la COVID-19. Esa inversión le otorgaría, además, una posición aventajada, teniendo en cuenta pasaría a ostentar la figura de socio mayoritario (frente a China, Japón, India y Canadá) y podría decidir prácticamente de manera unilateral la futura sede.

De este último intento de replantear la ubicación del telescopio en lo alto de Mauna Kea dependen la opciones de la Isla Bonita de albergar un instrumento de primer nivel como el TMT, si bien es cierto que, igualmente, el Observatorio del Roque de los Muchachos ya espera la construcción de otras infraestructuras punteras.

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