El Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (HUC) y el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria celebraron ayer, junto a la Asociación de Padres y Madres de Prematuros de Tenerife (Apremate), el Día de la Prematuridad, por el que se recuerda el cuidado y las atenciones que deben recibir estos bebés. Los miembros de Apremate hicieron entrega a las madres y padres de prematuros hospitalizados en los servicios de Neonatología de diferentes obsequios y agradecieron el trabajo de los profesionales.
Las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales de los servicios de Pediatría y sus profesionales son los responsables de ofrecer la mejor asistencia sanitaria especializada a los niños que nacen antes de las 37 semanas. En este sentido, alrededor del 25% de los ingresos que se registran en Neonatología de estos hospitales se corresponde con este tipo de pacientes pediátricos. Los servicios de Neonatología disponen de áreas de estar para los padres y una sala de lactancia que contribuye al bienestar de las familias.
Se considera prematuro a todo nacimiento que se produce antes de la semana 37 de gestación. Los bebés se clasifican como prematuros tardíos, con un tiempo de gestación que oscila entre las 33 y 36 semanas, y grandes prematuros, cuando es de 28 a 32 semanas o pesan menos de 1,5 kilos. Cuando el embarazo dura menos de 28 semanas se considera extremadamente prematuro.
La atención sociosanitaria y educativa a estos niños es fundamental no solo en los primeros meses de vida, sino durante los primeros seis años, al requerir un seguimiento/control. El grado de prematuridad de los neonatos repercute en un mayor riesgo de complicaciones graves de salud, como parálisis cerebral, déficits sensoriales, enfermedades crónicas o padecer infecciones respiratorias agudas, especialmente la bronquiolitis, causada por el Virus Respiratorio Sincitial (VRS).
Vanesa Hernández, presidenta de Apremate, aseguró que “es fundamental que se siga dotando de medios materiales y personales a estas unidades y que se les ofrezca la posibilidad de seguir formándose y mejorar, porque sin ellos este camino sería muy largo”. Los padres necesitan “apoyo continuado” y aquí estamos para “tenderles la mano y acompañarlos”.