Después de mucho tiempo demandando algún tipo de solución que evite los numerosos intentos de suicidio que esta parte de la capital ha registrado en los últimos años, los vecinos del barrio de Salamanca vieron ayer cómo empezaban a colocar las vallas que elevan la altura del puente Zurita, y con las que se pretende disuadir a quienes se acercan hasta este punto para intentar quitarse la vida.
La obra, que tiene un presupuesto de casi 30.000 euros, consiste en la colocación de unas vallas de metal a lo largo del puente y a ambos lados, además del logotipo de la ciudad, y un cambio en los colores del puente.
La Asociación de Vecinos La Arboleda del barrio Salamanca ha canalizado la petición de vecinos y empresarios que han visto en primera persona como se sucedían los intentos de suicidio, y las consecuencias de algunos de ellos. A través del Tagoror del Distrito Centro-Ifara se solicitó, inicialmente, una valla traslúcida en el puente Zurita, similar a la que se colocó en su momento en el puente junto al Hospital Febles Campos.
Finalmente, el distrito aceptó buscar algún tipo de solución, que finalmente está siendo ejecutada por el área de Servicios Públicos, que dirige el concejal Carlos Tarife. Esta petición se reiteraba después de cada nuevo intento de suicidio, el último fue evitado por un vecino de la zona.
“Este tipo de suceso se sigue repitiendo con el tiempo, en medio de una crisis económica, social y sanitaria. Es por ello que la Asociación de Vecinos La Arboleda, mediante la reunión de Tagoror del Distrito Centro -Ifara y Salud-Salle, solicita al Ayuntamiento que se instale una valla protectora al igual que se hizo con el puente Javier de Loño”, podía leerse en el escrito que entregaron al Ayuntamiento el año pasado.
Tragedias
Y es que, tras colocar las primeras vallas en el puente Javier Loño, junto al Febles Campos, los intentos se trasladaron hasta el puente Zurita. Los comerciantes de la zona narraban el pasado septiembre a DIARIO DE AVISOS el impacto que es ver cómo alguien se tira al vacío. “Ver a un señor tirarse desde el puente Zurita es lo más desagradable que he presenciado en mi vida” contaban.
Recordaban entonces que a finales del pasado mes de agosto, un joven de 19 años decidió quitarse la vida desde las alturas de este puente. Una última tragedia que se sumó a otros como el de una mujer, que en el último momento se arrepintió, y quedó colgada de la baranda; afortunadamente, varias personas pudieron rescatarla. Otra señora se intentó tirar también en el verano pasado, pero una de las trabajadoras de un local ubicado en las inmediaciones y otros viandantes lograron pararla. Casos todos presenciados por los vecinos del barrio, que, ahora, confían en que la colocación de estas vallas ayude a ponérselo un poco más difícil a las personas que tomen tan drástica y triste decisión.
Los vecinos entienden que la colocación de vallas es solo una medida disuasoria y que la verdadera solución tiene que venir de la mano de dotar de más recursos a la sanidad pública para atender a las personas inmersas en procesos depresivos.
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