“Este lunes nos encadenaremos en la puerta de Visocan y comenzaremos una huelga de hambre hasta que solucionen nuestro problema”, comentó ayer en Onda Tenerife María José Regalado, portavoz de las 10 familias que aún residen en el edificio Aloe I, en el barrio de El Fraile, en el municipio de Arona, pendientes, todas ellas, de una orden de desahucio que Visocan anunció que se iba a paralizar después de la mediación del Ayuntamiento de Arona, algo que los vecinos no han comprobado.
“Se nos dijo hace un mes, incluso se comunicó en prensa, que estaría resuelto en una semana y no ha sido así; ahora, incluso, nadie nos coge el teléfono y estamos desesperados, porque vienen las elecciones y nadie sabe si los que están ahora seguirán en sus cargos o no, y si tenemos que empezar de nuevo nuestra lucha”, comentó María José.
Además, apuntó que si no hay una respuesta inminente, “el lunes nos encadenaremos en la puerta de Visocan, en Santa Cruz”, estando dispuestos, incluso, a protagonizar “una huelga de hambre”.
Recordó María José que llevan tres años pagando religiosamente los alquileres y que ese fondo buitre no puede “echarnos así como así de nuestras casas”. Lamentó también que desde las administraciones vuelven a darse “palos de ciego”, tras anunciar que todo se iba a arreglar.
Aunque Santiago Negrín, portavoz de Visocan, la empresa pública de Vivienda del Gobierno de Canarias, manifestó el pasado 19 de abril en DIARIO DE AVISOS que en una semana se desbloquearía la compra del edificio Aloe I, gracias a una deuda de tres millones de euros saldada por el Ayuntamiento de Arona, lo cierto es que las diez familias que aún permanecen en las 14 viviendas del inmueble temen que “les echen a la calle”, al llegarle días después notificaciones de desahucio, como a Daniela y Jesús Ricardo, anunciado para el 6 de junio, a las 12.50 horas, o incluso a la propia María José Regalado.
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