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¿Qué fue del frente común de los alcaldes del Sur de Tenerife?

Un incidente en el aeropuerto llevó en 2015 a los regidores de la zona meridional a dejar a un lado sus siglas políticas para exigir “todos a una” soluciones a los problemas de la comarca
¿Qué fue del frente común de los alcaldes del Sur?
Los ocho alcaldes del sur de Tenerife, al término de una de las reuniones celebrada en marzo de 2016 en San Isidro (Granadilla de Abona). | DA

El 25 de noviembre de 2015, los alcaldes del sur de Tenerife dieron un paso adelante y, en un movimiento promovido por el entonces regidor municipal de Granadilla de Abona, Jaime González Cejas, aparecieron unidos ante la prensa para reivindicar la construcción de una segunda pista en el aeropuerto Tenerife Sur

Cuarenta y ocho horas antes, un avión de la compañía Norwegian que se disponía a despegar con destino a Berlín había sufrido el reventón de dos ruedas, bloqueando la pista, lo que obligó a suspender las operaciones durante cuatro horas y al desvío de una treintena de vuelos a Tenerife Norte, Gran Canaria y Fuerteventura.

Asistieron al encuentro, celebrado en el Espacio Cívico de San Isidro, cinco alcaldes socialistas, José Miguel Rodríguez Fraga (Adeje), José Julián Mena (Arona), Pedro Martín (Guía de Isora), Agustina Beltrán (Vilaflor de Chasna) y el anfitrión González Cejas, así como los dos regidores de Coalición Canaria, Arturo González (San Miguel de Abona) y Elena Fumero (Arico). La iniciativa contó con el apoyo del único alcalde en el Sur del Partido Popular, Emilio Navarro, (Santiago del Teide), que, aunque no pudo asistir, estampó su firma en el documento final.

MANIFIESTO

La unidad institucional, más allá del signo político de cada ayuntamiento, se plasmó en un manifiesto firmado por los ediles en el que reivindicaron un “calendario de inversiones” y una “cronología temporal” para construir la segunda pista en el aeropuerto sureño en el marco de un “proyecto global” frente a la “tibieza y pasividad de las autoridades insulares y regionales y de todos los grupos políticos de la Isla ante las reiteradas promesas incumplidas de los gobiernos centrales”. En el escrito se advertía de que “sin la nueva pista no hay garantía para un destino turístico internacional de primer nivel”.

Aquella reunión, que se convocó de forma urgente después de verle las orejas al lobo con el incidente del avión de Norwegian y que el alcalde granadillero llegó a definir como un “taponazo en la mesa” de los alcaldes, hizo germinar una semilla: la aparición de un frente común formado por los regidores para reivindicar mejoras para el Sur. Una especie de aquí estamos nosotros -similar al movimiento generado años antes para reclamar un hospital público-, aprovechando un cierto debilitamiento de los liderazgos políticos en Tenerife, que provocó recelos en el Gobierno de Canarias y el Cabildo.

Así, el 18 de marzo de 2016, se repitió el foro en el mismo lugar y con los mismos protagonistas (esta vez sí acudió Emilio Navarro), que volvieron a proyectar unidad ante las instituciones supramunicipales y ante el conjunto de la sociedad tinerfeña.”El Sur quiere hablar con voz propia desde la solidaridad con el resto de la Isla”, afirmó González Cejas, de nuevo portavoz en la segunda cumbre de alcaldes.

REIVINDICACIONES

El abanico de las demandas de los ayuntamientos fue ampliándose, en sintonía con una población que no ha dejado de crecer: más de 300.000 habitantes y casi seis millones de turistas al año. Además de insistir en la necesidad de una segunda pista para el Reina Sofía, los alcaldes recordaron las principales asignaturas pendientes de la zona meridional de la Isla, entre las que citaron una mayor agilidad en las obras públicas, con mención específica al tercer carril de la autopista entre San Isidro y Adeje; la construcción del túnel de Erjos, más plazas e infraestructuras sociosanitarias, recursos humanos para agilizar las valoraciones de los grados de dependencia y un incremento de las dotaciones de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

La tercera y última reunión se celebró en Vilaflor de Chasna el 22 de abril de ese mismo año y en ella los alcaldes acordaron pedir algunas aclaraciones sobre la Ley del Suelo, especialmente en lo concerniente a la definición de los asentamientos rurales y a las intervenciones excepcionales por el Gobierno y los cabildos. Además, los regidores propusieron a la Federación Canaria de Municipios la elaboración de una ordenanza tipo sobre edificación ante posibles riesgos tras el derrumbe de un edificio en Los Cristianos ocurrido ocho días antes y en el que murieron ocho personas.

MOCIÓN DE CENSURA

El frente común tocó techo en el municipio más alto de Canarias. A partir de ahí, los regidores volvieron a sus cuarteles generales y ya no se les vio exhibir más el músculo de la unidad. La puntilla llegaría cinco meses después con la moción de censura presentada en septiembre por CC y PP en Granadilla de Abona y que apartaría de la Alcaldía -y de la política, meses después- a González Cejas, artífice del lobby municipal que dio los primeros pasos para la defensa de la “gran área metropolitana del Sur frente al centro de poder capitalino”, como llegó a comentar algún edil.

“La fuerza del Sur no era un movimiento político, respondía a una demanda social y trataba de resolver los problemas de los ciudadanos desde la unidad de acción, con planificación y sin confrontar ideas”, manifestó ayer a DIARIO DE AVISOS el exalcalde granadillero, que recuerda que la “generosidad y la altura de miras” primaban en aquellos foros en los que se perseguía un objetivo: “la defensa de la comarca”.

Hoy, la dispersión de siglas en los ayuntamientos, el alejamiento de los partidos entre sí y el mayor peso de las direcciones de las formaciones políticas sobre sus cargos públicos, algunos de ellos recién aterrizados en los consistorios, no parecen contribuir a mover ficha para rescatar la alianza de alcaldes por el Sur. Han pasado siete años desde que la bandera de la unidad no ondea en el balcón al que se asomaban todos los alcaldes para exigir soluciones. No será por falta de reivindicaciones comunes, empezando por la segunda pista de la que ya nadie habla.

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