Parece sacada de una película, por su extensión y por la cantidad de zonas verdes que posee. Si usted tiene 15 millones de euros puede adquirir la casa más cara de Canarias y, además, disfrutar de muchas posibilidades con ella.
Una parcela de 12 hectáreas en un “verdadero paraíso verde” con 4.000 m² construidos, todo ello rodeado de plataneras. La casa más cara de Canarias se encuentra en el sur de Tenerife y podrá comprarlo el afortunado o afortunada que disponga de 15 millones de euros.
Según el portal Idealista, nos encontramos ante la casa más cara de Canarias que se encuentra ahora a la venta. Anteriormente, una ubicada en La Quinta, en Santa Úrsula, alcanzó un precio de nueva millones, pero ahora a esta le ha salido una competidora en lo que a precio se refiere.
La casa más cara de Canarias es “una construcción tradicional canaria de los años 30 y después de esto, en los años 70, se construyo una ampliación de la casa principal junto a algunas casas más para los trabajadores. En su día su uso principal fue la explotación de la tierra con el cultivo de tomates, plátanos y otros árboles frutales”.
En su día, las villas se utilizaban para el alojamiento de los trabajadores de la tierra y el almacenamiento de material, excepto la casa principal que era la casa de verano de los propietarios de la finca.
Ahora, varias de esas villas, remodeladas en 2015, son destinadas a turismo rural, por lo que la casa más cara de Canarias puede ser también una oportunidad de negocio.
La misma se encuentra en el Pal Mar, en Arona, posee, además de zonas de platanera, palmeras canarias así como de otros árboles frutales como naranjos, mangos y aguacates, y su ubicación es “ideal”, según la descripción: a solo cinco minutos de la autopista del Sur y diez del aeropuerto del Sur de Tenerife.
19 habitaciones en la casa más cara de Canarias
En 996 m² construidos, de los 830 m² son útiles, la vivienda posee 19 habitaciones, 11 baños y terraza y piscina en una superficie total de 1.500.000 m².
“El conjunto de villas está totalmente inserto en una plantación de plátanos al aire libre, así como de árboles de gran porte como los laureles, y de mediano porte como los flamboyanes”, tal y como reza la descripción de Idealista, una oportunidad para poder hacerse con una construcción llena de historia.