Tal y como sucedió el pasado sábado frente a la costa del término municipal de Candelaria, las popularmente conocidas como microalgas volvieron a ser detectadas ayer en el litoral del sureste tinerfeño, como desvelaron a este periódico varios vecinos que observaron en esa parte del océano las características tonalidades oscuras propias de este fenómeno natural, especialmente durante las primeras horas vespertinas.
Los avisos llegaron desde términos municipales como Arico o Granadilla de Abona, si bien este periódico logró confirmar in situ la existencia de las mismas en las aguas que bañan al Puertito de Güímar, dado que, a medida que avanzó la tarde, se fueron dispersando por mor del viento que terminó con la calma que caracterizó al mar en esta parte de Tenerife durante buena parte del día.
Popularizadas en estos lares durante el verano de 2017, cuando su constante presencia captó notablemente la atención de la ciudadanía canaria en general y de la tinerfeña en particular, se trata en realidad de blooms (explosión, en castellano) reproductivos de cianobacterias que, si bien no suponen un riesgo relevante para la salud, sí que producen cierto rechazo por su aspecto y -en ocasiones- mal olor, además de que bañarse en las mismas puede provocar picores durante horas.
Asimismo, hay que estar atentos con los menores de edad o las mascotas, dado que se desaconseja la ingestión de estas cianobacterias.