El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Santa Cruz de Tenerife falló parcialmente este mes de agosto a favor del grupo ecologista Ben Magec, en su intento de que el Telescopio de Treinta Metros (TMT, por sus siglas en inglés), que sería la mayor infraestructura científica de la historia en España, no recale en La Palma. Así lo adelantó DIARIO DE AVISOS en su edición de ayer, provocando reacciones de todas las partes intervinientes. De un lado, el grupo verde, que amenazó con agotar todas las vías posibles para evitar que el aparato se ubique en el Roque de los Muchachos. De otro, el consorcio internacional que promueve el instrumento de observación, el Cabildo palmero y el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC); tres entidades que, según avanzaron, recurrirán la sentencia al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma.
De hecho, el director de Operaciones del dispositivo, Christophe Dumas, ya había declarado, en el marco de una entrevista en exclusiva con este periódico, la intención de los impulsores del proyecto de apelar el dictamen, al entender que “todo el proceso administrativo se hizo de manera transparente y legal”. Una visión que la primera Corporación de la Isla Bonita dijo compartir, incidiendo en que la justicia ha avalado que “la instalación del telescopio no afectará al entorno natural”, vistos los informes de impacto ambiental elaborados con carácter previo a la concesión de licencia por parte del Ayuntamiento de Puntagorda y los estudios independientes, como el realizado por SEO Bird Life, que determinó que la presencia del gigante astronómico no implicaría riesgo alguno para las aves que en la actualidad habitan las cumbres.
La discordia surge a partir del convenio suscrito entre el IAC y el consorcio para la concesión de suelo al TMT. De acuerdo con los ecologistas, dicho otorgamiento está “plagado de vicios de nulidad” y, de hecho, es anulado por la sentencia, dado que los promotores aún no se han decantado por La Palma como sede del telescopio, sino que permanece como Plan B a Hawái, su opción preferente hasta la fecha. No obstante, el IAC defiende, citando el Acuerdo de Cooperación en Astrofísica de 1979, que “es preciso disponer de concesión de suelo para convencer al organismo internacional del TMT de que adopte una decisión favorable a la instalación en La Palma”.
BEN MAGEC, UN ESCOLLO PARA EL PLAN DE INSTALAR EL TELESCOPIO EN CANARIAS
Christophe Dumas reconoció al DIARIO que el hecho de estar inmersos en un proceso judicial que “va a tomar algunos meses más” está lastrando las opciones de que el consorcio, que experimenta problemas para emplazar el telescopio en tierras hawaianas desde 2009, apueste por el Plan B: La Palma. Aun así, se manifestó esperanzado con el recurso: “Sabemos que hicimos las cosas de manera legal”.
Cabe recordar que la comunidad nativa de Hawái se ha opuesto a que el TMT se instale en el monte de Mauna Kea, al entender que se trata de un paraje “sagrado”, de acuerdo a sus preceptos culturales. En este sentido, a lo largo de los años han organizado manifestaciones multitudinarias, convoyes de camionetas, concentraciones frente al Capitolio, iniciativas legislativas e, incluso, han ocupado la base de la montaña para evitar que se desarrolle la construcción.
Por el contrario, en La Palma el apoyo popular es casi unánime. Según reveló Dumas a este periódico, las dos últimas encuestas realizadas por el consorcio arrojan que el 94% de los canarios dan luz verde a que la infraestructura científica recale en La Palma, teniendo en cuenta, por ejemplo, que crearía 900 empleos locales en sus 10 años de construcción, mientras que esa misma cifra de respaldos se reduce al 69% en la isla del Pacífico, con un 31% de detractores.