la palma

Un año del incendio en El Paso: “Lo peor estaba por llegar”

El mayor fuego declarado en viviendas de la historia de La Palma, que afectó a 300 hectáreas, sirvió de ejemplo de coordinación institucional para emergencias como el volcán de Cumbre Vieja
incendio en El Paso
Parcelas agrarias y empresas también sufrieron daños como consecuencia del incendio | CEDIDA

El Valle de Aridane fue escenario, el 17 de agosto del año pasado, del mayor incendio en interfaz urbano-forestal de la historia de La Palma. Un evento originado en el municipio de El Paso que, si bien causó consternación entre los residentes en la comarca por la voracidad con la que atacó a viviendas que se presumían fuera de peligro, no constituyó sino el preludio de lo que vendría más tarde: un mes y dos días después, en la misma localidad entró en erupción el volcán de Cumbre Vieja.

“La gente todavía está en shock, empezando a darse cuenta de la realidad”, declaraba a DIARIO DE AVISOS el alcalde del municipio, Sergio Rodríguez, al cumplirse el primer mes del incendio, que se declaró al mediodía y avanzó con rapidez por zonas aparentemente inconexas entre sí. El regidor narraba entonces que esto se debía a las condiciones climatológicas que había en esa jornada: “Por encima de los 40 grados, un viento infernal como hacía tiempo que no había visto (de unos 80 kilómetros por hora) y una humedad relativa del 12%”.

El fuego comenzó en la recta Padrón pasense. Contra todo pronóstico, atravesó la carretera y siguió caminando por áreas especialmente sensibles como el entorno de las barriadas de Fátima y El Pino. Sin embargo, el punto de inflexión -para sorpresa, incluso, de los servicios de emergencia- tuvo lugar al saltar desde el campo de fútbol hacia la parte media del Valle, en dirección a Los Celtas y Dos Pinos, alcanzando el término municipal de Los Llanos.

Durante las pocas -a la par que interminables- horas que se prolongó el suceso, reinó el caos entre la población. En un principio, Rodríguez cuenta que “parecía que eran medios suficientes” los que se habían desplegado. Es más, considera que “actuaron rápido” y “llegaron en cantidad suficiente”, aunque las circunstancias hicieron que su actuación fuera “prácticamente imposible” a medida que se daban situaciones inverosímiles. De hecho, fue tal la vertiginosidad de lo ocurrido que se procedió, con carácter preventivo, al desalojo de los usuarios del Centro de Discapacidad de Triana, además de centenares de vecinos de las urbanizaciones cercadas por las llamas.

Pasto de las mismas perecieron fincas, primeras residencias e incluso negocios. Según los cálculos de las autoridades, sufrieron daños 300 hectáreas en un perímetro de 10 kilómetros. No obstante, esta catástrofe también despertó la de sobra conocida solidaridad palmera. Y tal fue el nivel de peticiones de cómo ayudar, que el Ayuntamiento de El Paso habilitó puntos de entrega de donaciones. “No es que solicitáramos ayuda, sino canalizar y ordenar la que venía”, aclara el alcalde, al tiempo que detalla que se recibieron “muchas de otras islas” y pone en valor el reto de 24 horas ininterrumpidas pinchando música en directo del DJ Jacob Alonso, que recaudó fondos para las víctimas del incendio.

AYUDAS

El primer Consejo de Ministros celebrado con posterioridad al fuego aprobó una declaración de zona catastrófica para El Paso y Los Llanos, lo que abría la puerta a contar con ayudas de administraciones a todas las escalas. Compensaciones tramitadas mediante una oficina que el Gobierno de Canarias, por medio de la empresa pública Gesplan, desplegó en la Casa de la Cultura pasense, toda vez que el Consistorio cedió al Ejecutivo regional un espacio en la Sala Rodrigo de Paiz. En tiempo récord el mecanismo estaba en marcha, como ejemplo de la coordinación entre instituciones de distinto color y signo que luego marcaría el camino para la gestión de la erupción volcánica.

Aunque, al igual que hay luces, también hay sombras en la actuación ante un evento de esta naturaleza. Ayer, el PP de El Paso decía hacerse eco del “malestar de algunos vecinos del municipio” respecto a las ayudas concedidas por el incendio. La formación política afeaba al grupo de Gobierno de CC que “ninguno de los afectados haya recibido ni un solo euro” de las arcas locales, si bien en el escrito no se hacía mención a los fondos provinientes del Estado o de la Comunidad Autónoma, ni tampoco sobre la actuación de la localidad vecina, Los Llanos, donde gobiernan los populares.

VOLCÁN

Lo cierto es que el volcán de Cumbre Vieja provocó que la sociedad palmera acabara comparando las coladas de lava con el fuego. El primero representa el origen del Archipiélago, mientras el segundo es el gran temor presente cada verano en las Islas por las imprudencias de unos y las malas intenciones de otros. En la calle se escuchaba decir: “Un incendio al menos te deja el terreno; el volcán ni eso”.

Y ese sentimiento se ha cristalizado en una triste realidad, palpable casi 12 meses más tarde de ambos fenómenos: mientras en las áreas afectadas por el incendio ya se han podido realizar obras de rehabilitación, e incluso hay parcelas agrarias en las que han brotado de nuevo las plantaciones, lo que el basalto ardiente se llevó no ha sido recuperado. Es más, los científicos han rebajado las expectativas sobre la posibilidad de construir sobre las coladas, asegurando que los ciudadanos deben “normalizar” las altas temperaturas (de 700º en adelante) en los trazados que atravesaron las rocas ardientes. Eso sí, hay casos excepcionales como la vía de La Laguna a Las Norias, donde se erigió una nueva carretera que ahora es considerada todo un símbolo de resiliencia.

Ayer, la diputada regional Matilde Fleitas (PSOE) aprovechaba para plasmar en sus redes sociales, con la perspectiva que otorga el tiempo transcurrido, lo que significó el incendio para los palmeros. Ella había preparado las escrituras de su casa, el portátil y la documentación de su familia en una bolsa, con previsión de que la pudieran evacuar, asegurando que “las cosas importantes de nuestra vida caben en una bolsa”. Sin embargo, ese susto no era sino el principio: “No sabíamos que lo peor estaba por llegar”, concluyó.

TE PUEDE INTERESAR