Un lunes nada plácido
Ayer, el que iba a ser un lunes plácido se convirtió en un lunes ajetreado. Primero, la obra en el piso de arriba de mi edificio está siendo realizada por unos individuos que hablan a gritos, de manera innecesaria, pues trabaja un obrero al lado del otro: bastaría con un susurro. Segundo, no me acordaba […]