El infierno es un vagón que huele a sobaco muerto
Tres menos cuarto de la tarde de un viernes de septiembre. Parada de Plaza Weyler, dirección Trinidad. Unos 32 grados a la sombra y 77 por ciento de humedad a ojo de buen cubero, o de broker de Wall Street, que lo mismo da. Algunos resoplan sin dejar de mirar de reojo la pantalla que […]